¿Cuánto tiempo soportará mi empresa la nueva situación? Es una de las preguntas más frecuentes que últimamente se hacen los autónomos a causa de la pandemia que estamos viviendo.
La covid-19 nos está exponiendo a situaciones muy complejas que están repercutiendo gravemente desde el punto de vista humano, social, laboral, económico y, por supuesto, empresarial a todos los sectores mundialmente.
Las empresas y los trabajadores autónomos están siendo mayoritariamente los principales afectados, y en muchos casos no están teniendo otra alternativa que interrumpir la actividad y por consiguiente cerrar.
Para que las empresas y los trabajadores autónomos puedan objetivamente subsistir y mantener su trabajo más lejos de esta cruel realidad que tan intensamente nos está lastimando y con la finalidad de favorecer a las pequeñas y medianas pymes el Gobierno central ha determinado un conjunto de medidas.
- Se tendrá derecho a cobrar una prestación por baja laboral en caso de que un trabajador por cuenta ajena caiga enfermo por el virus del Covid-19
- Flexibilidad en el acceso de la prestación por cese de actividad para las personas físicas, societarios y autónomos, que se vean en la necesidad de cesar su actividad a causa del coronavirus.
- Los autónomos y empresarios con empleados, no tienen que hacerse cargo del pago de las cuotas empresariales en asunto de cotización cuando se recepten Expedientes de Regulación de Empleo Temporales y así evitar los despidos de su personal.
- Liquidación por luz, gas o agua: Se decreta permisividad para que las empresas y los autónomos puedan adaptarse al pago de los abastecimientos esenciales como la electricidad, el gas o el agua.
- Se facilita un bono social de luz para autónomos: podrán acogerse a él las empresas que hayan decrecido su facturación en un 75% respecto al semestre anterior o que hayan cesado o suspendido su actividad profesional.
Recomendaciones para afrontar la crisis del coronavirus.
A pesar de que la pérdida de un negocio se vuelve inevitable en la mayoría de actividades, es factible alcanzar nuevos beneficios competitivos que reemplazaran a las previas lastradas por el parón de la economía.
- Considera y estudia contingencias y delimita planes de acción: Capta los peligros potenciales y concretos de la nueva situación, y elabora, con ese conocimiento, un plan de coyuntura para emergencias que posibilite perfeccionar los recursos de la sociedad.
- Mantén la serenidad mental y física de los trabajadores: El estrés, el miedo, y el agobio son los causantes básicos de la carencia de productividad en las épocas de desequilibrio. En relación a ello se hace preciso asegurar la tolerancia en cuanto a horarios, llevar a cabo rutinas de salud, e intentar la máxima protección en el lugar de trabajo.
- Es importante supervisar el consumo, el incremento de importes financieros, y hacer fuerza en cuanto al tráfico de caja.
- Efectúa una planificación de coordinación de datos: Se ha de tener un plan conciso, con recursos asignados, para proteger la privacidad de todo lo referente a clientes y trabajadores.
- Tan relevante es la actuación como la prevención. Aun cuando se hayan producido errores, la crisis debe valer para purificar y mejorar las herramientas de gestión de riesgos.
Salir de la batalla contra el virus fortalecido demanda de una percepción empresarial global, y de excesiva confianza y voluntad en metas e ideas. La inseguridad obstaculiza el conocer a la perfección qué pasará, sin embargo la cautela seguirá siendo el secreto fundamental.